viernes, 7 de agosto de 2015

Reportaje #2

La joya de la corona, ¿dónde está?

El paradero de "El Bolívar", pintura del artista Epifanio Garay, aún no se conoce  

Adrián Roa M.
Cartagena

El pasado 22 de mayo se dio a conocer la noticia: “El Bolívar”, cuadro pintado por el artista colombiano Epifanio Garay (1849-1903), había desaparecido del antiguo Palacio de Gobierno. La Gobernación convocó a rueda de prensa para dar a conocer los detalles del caso.

Gonzalo Zúñiga, pintor y curador del Museo Naval del Caribe, entró al edificio frente al Parque Bolívar dos meses  antes de haber sido anunciado el robo. Según las declaraciones vía telefónica, Zúñiga no asegura que el cuadro estuviera en el Palacio a la hora de su visita. A veces dice lo contrario. Las declaraciones son contradictorias (escuchar audio). Saltan a la vista dos preguntas: ¿desde cuándo está desaparecida una de las obras emblemáticas del Departamento Bolívar? La más importante: ¿dónde se encuentra?

“No pudimos entrar al salón. Estaba todo cerrado. No podría decirte si estaba en ese momento el cuadro o no […] Es una puerta de vidrio, nos asomamos y yo recuerdo que el cuadro estaba puesto […] Si el cuadro no hubiera estado nos hubiéramos hecho la pregunta: ¿dónde lo pusieron? Para no tener esa pregunta en mi mente yo creo que él estaba ahí […] No te doy seguridad porque esas son cosas que pudiera inventarte algo”.

La prensa reprodujo la noticia como boletín. Hasta el momento no ha habido una investigación seria. “Parece que a nadie le interesara el tema. Se puede decir que fue noticia de un día”, declaró Zúñiga.

El edificio se encuentra en remodelación  hace más de un año “y ya va para dos”. Parece abandonado, como si un huracán hubiera arrasado con paredes y escaleras, que se observan carcomidas, al borde del derrumbe. Por suerte, las maderas sostienen el cascarón donde ocurrió la firma de Independencia de Cartagena a principios del siglo XIX.  

Tal vez tenían temor de mover la pintura de lugar, que mide aproximadamente tres metros de alto. Tal vez se desfiguró el porte de Simón Bolívar entre tanta piedra y escombros. La seguridad se reduce a una puerta con llave, la del Salón Amarillo. Ahí se protegen muebles, documentos, incluso otras pinturas del polvo. Pero ese día, cualquiera que haya sido, la obra no opuso resistencia. Tampoco la cerradura. Un solo guardia vigila el llamado Palacio de la Proclamación.     

“No puedo hablar porque me hinchan del trabajo y me dañan la hoja de vida”, contestaba a cualquier pregunta. ¿A qué te refieres con hinchar? “A que me despiden”.

El valor del cuadro significa más del lado cultural que del lado económico. Moisés Álvarez Morín, director del Museo Histórico de Cartagena, lo llama “la joya de la corona”, fruto de un proceso atribuido al presidente Rafael Núñez. En la segunda mitad del siglo XIX Colombia conoció una nueva división política: el Departamento Bolívar, y el cuadro es resultado “de ese conjunto, del universo y el proceso cultural del país en esos años”, dijo Álvarez Morín.   

Para Gonzalo Zúñiga el cuadro es notorio por haber sido la portada de muchos libros escolares de Historia. No tanto así por su valor comercial: “La imagen del Departamento Bolívar es ese cuadro. Por decir que vale mucho, diría mil millones de pesos. Pero si lo convertimos a dólares no hay nada”. 

“No es un artista conocido mundialmente. No es un artista que tenga valor en alguna subasta. Garay es un artista que es valioso para nosotros, los colombianos. Es un retratista local que no va a interesar en Nueva York, por ejemplo”.

Epifanio Garay fungió como Director de la Escuela de Bellas Artes de Cartagena entre 1889 y 1892. En ese tiempo pintó “El Bolívar” en el Palacio de la Proclamación para el salón Amarillo. Según Moisés Álvarez no existe una señal visible del artista en esta ciudad.  

“Como comunidad no hemos  sido capaces de crear consciencia ni formalizar los medios que garanticen el patrimonio cultural colombiano. Detrás de la gobernación está la sociedad en conjunto (políticos, artistas, ciudadanos). Debemos insistir en eso”, dijo Moisés Álvarez, entrevistado en su oficina.  

El gobierno colombiano ofrece 10 millones de pesos (3 mil 300 dólares) para quien aporte información acerca del hecho. Incluso se abrió una línea telefónica para cualquier denuncia posible. A lo largo de esta investigación periodística se llamó al número (3163408126) en cinco intentos. La respuesta fue un teléfono que sonó y sonó. Y la joya de la corona, ¿dónde está?



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