lunes, 10 de agosto de 2015

Crónica 2



Periodistas mexicanos sin refugio contra la violencia

  • Veracruz es el lugar más peligroso para el gremio en AL

Adrián Roa M.
Cartagena

El asesinato de cinco personas, entre ellos el fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera, despertó al gremio periodístico mexicano. Los comunicadores repudian desde el 31 de julio, fecha del acontecimiento en la colonia Narvarte, las amenazas y la violencia que enfrentan para acometer su labor.

Periodistas y fotógrafos se manifestaron el 5 de agosto en el Congreso de Veracruz para exigir resultados a la Fiscalía, que protege a elementos policiacos de las agresiones contra estudiantes de la Universidad Veracruzana el pasado 5 de junio en Xalapa. Rubén Espinosa documentó este hecho. Diez días después recibió amenazas y abandonó el estado para refugiarse en la capital, donde se sentía “tranquilo y seguro”.

Los ataques contra este gremio aumentaron 700% entre 2000 y 2013 según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Se pasó de 13 a 98 casos documentados con un índice de impunidad de 81%. La cifra habla de la incapacidad del sistema de justicia del país para castigar este tipo de crímenes y delitos.

En Tijuana, los comunicadores han colgado las cámaras y las libretas en forma de protesta. Al norte de Sinaloa, en el municipio de Ahome, la Asociación de periodistas de Los Mochis hizo lo propio el pasado 5 de agosto. Las manifestaciones del gremio se extendieron por Puebla, Michoacán, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Baja California. El repudio a la violencia contra periodistas contagió a ciudades como Madrid, París, Buenos Aires.

La Clasificación Mundial de la Libertad Prensa 2015 coloca a México en la posición número 148 entre 180. La estadística es levantada por la organización sin ánimo de lucro Reporteros Sin Fronteras, que anualmente evalúa la independencia de los medios de comunicación, la seguridad y el respeto a los periodistas alrededor del planeta. México se encuentra entre países como Malasia, Turquía, Congo o Gambia en cuanto a la libertad para ejercer la profesión. El  primer puesto es ocupado por Finlandia, seguido de Noruega y Dinamarca. El penúltimo lugar, según la clasificación, es Corea del Norte. Eritrea es último.

 El asesinato de Rubén Espinosa el pasado 31 de julio no es un caso aislado. Otro estudio llevado a cabo por la organización internacional Artículo 19 (A-19) presenta el estado de la labor periodística en el país. El análisis llamado “Estado de Censura” no es prometedor desde su nombre. Cada 26 horas, según el reporte, es agredido un periodista en México.

Los estados más vulnerables para los comunicadores son Quintana Roo, Veracruz y Distrito Federal. El  grupo que más ataca e intimida al gremio es el de  los funcionarios públicos. El ejemplo, Javier Duarte, gobernador de Veracruz. Desde el inicio de su administración en 2010 se ha registrado la muerte de 11 periodistas. Por lo que hace de este lugar el más peligroso para ejercer la profesión en América Latina.

El homicidio de Rubén Espinosa marca un nuevo hito en la violencia contra la prensa en México. “Es la primera vez que un periodista desplazado internamente es asesinado en el Distrito Federal”, agrega a su informe A-19. Las amenazas contra Espinosa eran públicas. Es decir, el crimen se produjo sin que las autoridades movieran un dedo a favor del comunicador.

Con este hecho la capital del país ha dejado de ser el lugar de refugio de decenas de periodistas.

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