Entrevista-Arturo Sánchez

Entrevista

Jarlin Martínez: "Lo mejor de actuar es que tendré algo para comer"

El actor protagoniza la serie Kid Pambelé, que se graba en Cartagena 

Arturo Sánchez Jiménez. Cartagena. Jarlin Martínez, de 31 años, lo que quiere es comer. Puede que su carrera de actor despegue ahora que protagoniza Kid Pambelé, la serie del canal NCR que contará la vida del primer boxeador colombiano en ganar un título mundial, pero lo que más le entusiasma es que con lo que cobrará tiene garantizada la comida por unos ocho meses.

Entre toma y toma del rodaje que se estrenará antes de julio de 2016, el actor cuenta que proviene de un barrio tan pobre como Chambacú -la zona cartagenera donde nació Pambelé y que ya no existe- y que ello le ayuda a interpretar al personaje. “Hay paralelismos en nuestras vidas, como la miseria en la que crecimos”.

En 2011 salió de Buenaventura, su pueblo natal, porque ahí los paramilitares y la empresa estaban en plena guerra y sus opciones como hombre joven se reducían a ser reclutado por algún bando y morir o morir porque no tenía dinero suficiente para alimentarse. Mejor se fue. “Dejé el pueblo por miedo. No hay otro motivo, porque lo amo con todo mi corazón. Pero ahí cualquier día podías encontrar el cuerpo despedazado de un amigo o la cabeza de un vecino. El día que me fui a algunos los bajaron de los buses para regresarlos o para matarlos”.

Llegó a Bogotá en donde encontró sus primeras oportunidades como actor: la serie Sala de urgencias y la película Manos sucias, que fue premiada en el Festival de Cine Hispanoamericano de Huelva en 2014. “De repente estaba toda la prensa a mi alrededor y los premios y las entrevistas. No lo podía creer”.

La fama le duró lo que el vuelo para cruzar el Atlántico de regreso a Colombia. El trabajo escaseó y los recursos se agotaron y a punto estuvo de convertirse en albañil. Así que en cuanto supo que en Cartagena habría un casting para la serie del campeón, vendió su patrimonio, que se reducía a un armario, y en una mochila metió su ropa. “Faltaban dos meses para la prueba actoral, pero yo quería estar aquí para prepararme, para preguntar del Kid, para ser él, para que cuando me presentara ante el director no tuviera más remedio que decir que yo sería Pambelé”.

Desde antes, afirma, tenía una bibliotequita del boxeador en la cabeza. Su admiración por Pambelé se basa en que el boxeador “era un negro que salió de la miseria, uno que ganaba, que no sólo era un criminal como a veces nos piensan en Colombia”.

En sus tiempos de campeón, los músculos de Pambelé eran una roca. Para conseguir asemejarse al campeón, Jarlin se ha sometido a un régimen de ejercicio y alimentación que le ha acarreado regaños de su médico, porque excesivo. "Debo comer más, pero ahora tengo el abdomen definido. Antes estaba gordito". Pero los resultados del entrenamiento se notan en su cuerpo alto y recio. Hasta parece boxeador.

En las pausas de la grabación, Jarlin conversa con el viejo que desde hace 25 años tira maíz a las palomas del parque, escucha las indicaciones del director o se sirve un vaso de agua, pero antes de beber se ocupa de que los extras también se refresquen y si alguno no ha bebido, él mismo les ofrece un vaso. 

“Estoy interpretando una parte de mi vida -afirma- porque así como ese man un día se convirtió en campeón mundial, yo soy un negro que consiguió un papel protagónico. Eso me podría llevar a ser un referente para muchos. Eso no me emociona mucho, porque el día que alguien así falla, se lo cobran muy caro y eso es lo que le pasó a Pambelé”, quien al final de su carrera fue criticado.

No está seguro casi de nada respecto al futuro, pues puede que su carrera crezca, que lo llamen para nuevos papeles y que muchos colombianos lo conozcan. O puede que no. “Eso ya se verá. Ahora soy un negro con la oportunidad de cambiar su vida. De momento sé que con este trabajo en casa habrá algo para comer”.